Por el municipio de Espejo no transcurren grandes cursos de agua y los escasos arroyos que discurren por el término son de escasa entidad, hasta que vierten sus aguas en el río Guadajoz, antiguo Flumen Salsum de los romanos, lo que ha obligado a sus habitantes a lo largo de la historia a utilizar otras fuentes de agua para su abastecimiento y para el cuidado de sus cultivos y su ganado.
En el paraje popularmente conocido como Tejadilla, junto a la N-432, se localiza esta fuente que históricamente ha abastecido de agua potable a la población espejeña sedienta del líquido elemento.
Cuenta la fuente con un solo caño por el que agua brota de una conducción subterránea de mampostería que la conduce hasta un frontón formado por adoquines de granito y rematado en arco de medio punto.
El caño que brota por su cara norte vierte a un pilar de muros de mampostería y enlucido de cemento. Su planta es rectangular y sus dimensiones son 2.80 x 1.50 m. y su altura es de 80 cm. El pretil del pilar está formado por losas de terrazo modernas de 40 cm de anchura, por lo que su sección interna es más estrecha.
El pilar está conectado con una pileta de planta cuadrangular, edificada con los mismos materiales y ligeramente más baja, de cuyo muro norte evacua el agua a través de un caño de hierro que vierte a una rejilla y de aquí a una canalización subterránea que la lleva hacia el cortijo homónimo.