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Atalaya de la campiña

Espejo luce esplendente como una joya milenaria engarzada en la cima de una elevada colina. Su excelente situación geográfica, el singular trazado de sus calles impuesto por la morfología del terreno, su riqueza histórico-artística y la ocasión de degustar su exquisita gastronomía, son razones más que suficientes para detenerse en esta M.L. Villa y gozar de su visita.

Espejo es una villa cordobesa situada al SE de la provincia de Córdoba, en la comarca de la Campiña. Dista 33 kilómetros de la capital y tiene una altitud de 418 metros sobre el nivel del mar. La extensión de su término es de 56,9 kilómetros cuadrados y su población apenas supera los 3.000 habitantes. El motor de su economía es la agricultura, especialmente el cultivo del olivar.

La actividad industrial se reduce prácticamente a la transformación de la aceituna en sus tres fábricas de aceite. Pero, sobre todo, a las chacinas y embutidos que se elaboran siguiendo una tradición familiar y artesanal, cuyo mercado rebasa el ámbito provincial e incluso comarcal.

ACCESOS

Por el flanco izquierdo de la N–432 Badajoz–Granada –rebasada la antigua casa cuartel de la Guardia Civil– se puede escoger la calle Piqueras hasta recalar en el Paseo de Andalucía, centro neurálgico de la población. La elegancia de su trazado y la presencia de anti- guas casas señoriales recabarán enseguida el interés.

Desde este magnífico «salón», el visitante puede iniciar a pie una atractiva e inolvidable ruta turística. Es esta la mejor manera de disfrutar de las callejas, plazas y rincones de este pueblo y saborear la profundidad histórica que atesora, mientras conoce in situ el eco cuasi mágico de su latido actual.

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